Habéis jugado alguna vez al operación al Operación?
Era y es divertido a la vez que tenso, en el momento que te equivocas y rozas el metal suena el ¡¡¡¡eeeeeeeeeenngg!!!! la nariz del paciente se enciende y perdiste!
Pues en el fútbol pasa algo parecido con algunos padres, incluso sin llegar a equivocarte la nariz se enciende. Mirarán cada entrenamiento, cada partido, cada saludo previo, cada charla individual y un día ya lo tienes, consigues ese premio que ellos estaban esperando y vendrán a ti con la nariz iluminada. “Al otro portero le hablas más que a mi hijo, el martes pasado hiciste un gesto de desgrado hacia una acción de mi hijo y ya supe que no jugaría, felicitas más al otro que al mío, mi hijo lleva dos semanas suplente y es porque el otro es tu mimamo…” Multitud de acusaciones te pueden llover de la grada e incluso inventadas. Hay que saber resolver todos los problemas que conllevan gestionar un grupo y más aun cuando hay competición por el medio pero lo importante no es eso, lo importante es saber de antemano que estas jugando continuamente al juego de mesa “Operación” y tarde o temprano aparecerá ese padre con la nariz iluminada.